pregón de cádiz, 2005

Cómo pasa el tiempo…
ya es Carnaval otra vez…
ya es carnaval por fin
Y lo demás… Parece mentira.
Cuando llega la verdad del Carnaval.
Por circunstancias de mis padres.
Yo fui a nacer en Madrid
donde también vive Cádiz.
Cai, el Puerto y Jerez… y yo sin ti.
Desde chico yo juraba que era de Cádiz.
de chico yo sólo quería ser
flamenco y gaditano y negro y gitano.
Y quería una novia morena…
Bueno, morena o rubia, pero de aquí.
Hay que ver lo que marca el lugar donde se nace…
Y lo poco que tenemos que ver en eso.
Yo soy más gaditano que muchos
porque yo soy gaditano porque quiero.
Yo no sé si lo merezco,
pero eso es lo que más me puede,
que sin merecerlo, sin ser digno de tu afecto,
Me hayas hecho… (Silencio)
Suena bien… pregonero.
Soy pregonero, no me llamen por mi nombre,
llámenme pregonero,
que yo me sienta orgulloso,
que me duela Cádiz dentro.
No quiero pasar pasando,
no quiero sentir sintiendo.
Yo en realidad sólo vengo
pa llevarme tu esencia
a pellizcos… por derecho…
No vengo a decirte piropos en copos.
que de tanto repetirse e irse
ya no te parten el pecho.
Yo en este pregón quiero dejar
aparte a los grandes artistas gaditanos
por respeto a ellos
no quiero ser churretoso
pero ellos saben que les amo
yo no quiero ensalzar como un loro
las virtudes de mi Cádiz
que ya lo tiene todo
yo quiero ofrecer la versión
de los que “bemos” nació lejos
que en realidad somos tós.
Dicen que un gaditano puede nacer
donde quiera… pero, compañero,
yo en Madrid fui el gaditano
y en Cádiz el madrileño… lo prefiero
llámenme pregonero
¿Para qué sirve el pregón?
Escúchame Cortadura, escúchame Mentidero...
El pregón sirve para despertar
desde las piedras a Cádiz
para despertar a la ciudad con cariño
diciéndole: ¡Cádiz, carnes, despierta!
¡Que ya viene el carnaval!
¡Venga chochito!
Mira que como no te levantes
me lleno la Caleta
de balcones de aluminio
y mientras Cádiz se levanta
y se va poniendo el tipo,
yo la miro desnuda y pienso:
“Cádiz, con lo que tú tienes, París estaría todo el día presumiendo
pero tú eres así,
teniendo lo que tú tienes.
Cádiz te debo tanto…
sin tú siquiera saberlo, por ti soy,
cuando en tierra el marinero, el tierra adentro en la mar…
y te debo el viento,
el de vuelta y el de ida
que se lleva na…
se lleva la paja, la brizna,
lo que no pesa, lo que no ha de quedar…
Lo que por ahí llaman progreso… que no llegue al carnaval.
Que tú no hagas caso Cai…
Que tú estás bien como estás…
Perdóname, Cádiz, la nostalgia,
pero te veo así, con tus ganas y tu disfraz,
tus maneras y tus coplas,
tantas cosas y tan de verdad,
que siempre tengo la sensación de que estoy dejando escapar a la mujer de mi vida.
pero me voy o te vas
no olvida quien finge olvido,
sino quien puede gritar,
¡Carnaval! SINO QUIEN PUEDE GRITAR, ¡¡¡¡¡CARNAVAL!!!!!
No sé si les habrá pasado a ustedes,
pero a veces, tiendo a no comparar.
esas veces, deben ser las famosas veces
donde algo no tiene comparación.
La lógica comparada.
No tiene comparación el carnaval de Venecia o el de Río
con el carnaval de Cádiz.
no por na… sino porque
no tiene comparación lo que me hace sentir.
No tiene comparación ser del Cádiz que del Manchester United
sobre todo por el ejercicio de entrega
“el año que viene el Cádiz en primera”.
Este año sí, Cádiz,
este año te vamos a hacer cosquillas en el Carranza.
Y con esa premisa (la de no comparar)
no quiero comparar el carnaval de la calle con el oficial
los dos son de Cádiz y ya está.
La tragedia, la comedia, el festival de los sentidos,
el amor y la venganza, el espejismo de la felicidad…
el de la justicia.
El carnaval es un regate de Mágico González y Pepe Mejía
a la selección mundial del despropósito…
Espejito, espejito…
que viendo el mundo como está
me dan ganas de meterme en el Manteca y no salir pa na
pero sé que no es bueno pa mi salud
demasiado aceite en la latitas de atún.
Manteca… ¡Salud!
No todo está perdido… (golpe de música)
Hay esperanza… (Golpe de música)
Tenemos el Carnaval.
Puro, inteligente, curioso, la copla, el pellizco.
tenemos la bulería…
Se me llena la boca cuando trato de explicar en América lo que es Cai.
Y la gente sólo me pregunta
¿Has escuchao al Cigala?
Si, aro, aro, aro qu’escuchao al Cigala.
Pero, mira si esta tierra es rara,
que aquí los camarones son más grandes que las cigalas.
En mi nombre
y en el de todos los Gaditanos forasteros…
Saludo a todas los barrios de Cádiz:
Santa Cruz San Severiano Santa Maria San Carlos Puerta Tierra y Puntales
La viña y mentidero.
Saludo a las agrupaciones,
a todas las agrupaciones,
saludo a Edmundo de Ory
y a los gaditas güenos
y no saludo por saludar
a los gaditas macandés.
Dicen que tienen que cerrar los astilleros
porque cuesta una fortuna mantenerlo abierto
¡Mira, fortuna! ¡Como el barco de su majestad…!
(¡¡Y como lo que me estoy fumando!!)
No saludo por saludar…
Saludo a los astilleros…
y saludo a los conductores que van a Puerto Real…
Y mientras tanto… (despacio)
Europa dando… (silencio)
y los que de verdad pueden
hacer algo… dando (silencio)
esos que piensan que el Carnaval de Cádiz
sólo es risa y ponerse morao.
Y yo te digo que de Cádiz,
si llegas en carnavales, sales enamorao
porque la realidad son los sueños
y la vida… en días… cuatro.
El carnaval será un chiste
pero la vida… puro teatro.
En el tiempo de la mediocridad, del cotilleo y la crueldad,
del exhibicionismo barato,
de la vulgaridad elevada a fenómeno social,
el carnaval es como el último mohicano,
es como el último pirata,
como el último recurso.
Aquí uno se reconcilia con esta sociedad
que a veces me aburre,
me sobra y me es completamente ajena.
No reconozco a mi tierra
ni en la televisión, ni en los televisados.
Yo reconozco en Cádiz lo que yo creo
que debe ser una tierra digna de ser soñada.
Aquí el arte es una forma
de vivir y de amar,
es una exigencia,
es la identidad.
Se me llena la boca cuando trato
de explicar en América
de dónde les llegaron las cosas buenas…
las malas… de otros sitios...
las buenas de Cádiz.
Cuiden Cádiz,
quieran Cádiz,
sueñen Cádiz
y yo iré a pregonarlo.
Cádiz, donde la luz muere,
donde la vida sabe.
Carnaval, llena de alegría mis bolsillos.
ponle máscaras a las mentiras
para convertirlas en verdades.
dale satisfacción al espíritu
y a mi cuerpo lo que te pida.
Dale, dale,
lo que pida a quien sea
que Cádiz esta en carnavales
dicen que por estos lares hay que mamar…
bueno he dicho mamar,
pero también he dicho lares.
Cómo pasa el tiempo
otro pregón más… y ya va uno.
En fin Cádiz,
se acabaron las verdades
aquí nadie es lo que es.
algunos serán lo que les gustaría ser
o serán lo que serán
pero los hay que son lo que han sido siempre
y esto, Cádiz… no es bueno ni malo...
es como tú… raro.
El carnaval es, fue y será para todos.
Y es el deseo de este pregonero
que carnavaleen y dejen carnavalear…
El carnaval es:
para los que cantan
para los que bailan
para los que beben y pa sus ciegos
para los que piden
para los que toman
pa las carnavaleras
pa los carnavaleros
pa los transportistas
pa los de astilleros.
El carnaval es para todos…
los carnavales ponen
a millones de personas de todo el mundo
a hacer lo mismo…
y sin obligarlos.
A ver si aprendemos a manipular en condiciones
que no sé cómo será por ahí
pero aquí no nos gusta que los políticos bailen La Macarena.
Déjense de peleítas
que falta la diosa MOMA
He visto gente disfrazada de poderoso
van haciendo como que llegan tarde al pregón por culpa del tráfico…
El tráfico en Carnaval no se llama tráfico…
se llama ambiente
por eso digo que el Carnaval es para todos
también para los piratas y los que compran pirata...
Y no lo digo por mí…
lo digo por el Melli…
A mí me da igual
los pregoneros no comemos
vivimos del aire (vacilen un ritmo)
** Yo no voy a decir nada de la piratería que hay en Cádiz… es más;
me gusta ver por las calles de Cádiz a los hijos de la gran china
vendiendo discos
pero vamos
que si ustedes acaban con nosotros:
(Me refiero al Melli y a mí)
Terminarán sufriendo lo que pasó en el carnaval de Río…
Que le pusieron “de Janeiro” por el peazo pregón que hizo allí Jesulín.
Y acabo mi alegato con un miau…
Gaditanos…
piensen cuando compran discos piratas en Carnaval...
Piensen como se oiría: Cai de Janeiro…
En fin: Cádiz mía.
Cuida de todas las agrupaciones,
de los letristas, de los maquilladores,
de los que hacen tipos y escenarios
de todos los carnavaleros
que son los que llenan
de primaveras tu febrero…
Los que hacen sentir gaditano
a cualquiera que venga…
como yo vengo.
Que lo que la gente de carnaval siente por ti
es mucho más que un amor potagero…
Es el amor especial que se adereza con tiempo
y tus hijos están aprendiendo a decir que te quieren…
Así rápido y por teléfono, pero de verdad,
es ese amor que fingimos que no existe, y
que una madre sabe que existe
y sabe que fingimos no saberlo...
Bueno haremos esto rápido:
Cádiz, ¿quieres al carnaval como tu legítimo amante sinvergüenza,
y prometes tragarte todas las quejas de los intelectuales,
los pasotas, los filósofos, los poetas, los graciosos y los guitarristas,
coristas, organistas y árbitros de baloncesto hasta que marzo os separe?
(Si quiero)
Y tú Carnaval
¿quieres a Cádiz a pesar de tus pregoneros?...
Lo que ha unido el pregón que no lo separe ningún sacramento
yo os declaro gaditanos en Carnaval
y ahora sí me voy,
ya me voy Cádiz.
Sólo vine para asegurarme de que te levantabas
y para verte…
tu luz en Cortadura…
tu piel milenaria y dura.
Ya me voy Cádiz de mi alma.
Ya ves que lo nuestro es el Carnaval
disfrazar de broma las cosas importantes,
para que no nos duelan más.
No traigas más pregoneros toreros,
ni más marisco cantando
que no te despierte cualquiera
y tú desnuda y el gachó mirando.
Que un pregón no tiene que ser bueno ni malo
un pregón tiene que ser el lugar disfrazado de moment
eso es lo que hay…
Viva el carnaval de Venecia, pero muera en el de Cai.